ValiantES 126 | HARBINGER WARS 2

ValiantES 126 | HARBINGER WARS 2

ESCRIBE: Matt Kindt/varios                DIBUJAN: Tomas Giorello y Renato Guedes/varios

HARBINGER WARS 2 es el gran evento que concluye este segundo aire a las historias psiot, y que fue anticipado por las historias de GENERATION ZERO, HARBINGER RENEGADE y SECRET WEAPONS. Además de eso, involucra a las figuras más importantes del Universo Valiant: X-O Manowar, Ninjak, Livewire y Bloodshot (recordemos que Eternal Warrior está técnicamente muerto).

El camino a la miniserie de 4 números, escrita por Matt Kindt e ilustrada por Tomas Giorello y Renato Guedes, empieza con HARBINGER WARS #0, un especial que solo se hizo llegar por correo a quienes hubieran comprado la miniserie, y que en realidad sí resulta necesario para entender lo que sucede.

La primera parte, narrada desde el punto de vista de Charlie Palmer, nos muestra el peligro que es Peter Stanchek, quien como sabemos comenzó a rastrear y activar psiots potenciales para crear un ejército con el cual hacerle la guerra a Omen.

Lo más importante es que nos enteramos aquí cómo fue que el Agente Snowbeard implantó un parásito psíquico en la mente de Peter, hecho que se menciona muchas veces a lo largo del evento y del cual obviamente sin la lectura de este especial resulta perplejante.

Además de eso contamos con una historia extra: SECRET WEAPONS: LUCIA’S STORY, escrita por Eric Heisserer y con arte de Raúl Allén y Patricia Martín, que nos revela a este personaje, al cual se menciona tangencialmente en la mini de SECRET WEAPONS. La historia de esta chica, imbuida con el poder de hacer las cosas explotar y arder en llamas en los momentos menos esperados, nos va dando del tono trágico de la serie.

De aquí pasamos a HARBINGER WARS: PRELUDE (no es mi culpa; Valiant sigue haciendo las numeraciones complicadas), también por Heisserer, Allén y Martín, y que como uno puede imaginarse por el equipo creativo, es más bien una historia de los Secret Weapons, particularmente el enlace entre dicha miniserie y este evento.

En este arranque, más que tenso e interesante, vemos cómo se enemista Livewire con el Departamento de Defensa de Estados Unidos, cuando estos dan a secretas la orden de masacrar a las Secret Weapons, como en su momento hicieron antes con la Generation Zero. La decisión de Livewire de apagar por completo la red de electricidad de Estados Unidos es lo que detona las Segundas Guerras Harbinger.

Una vez con estos antecedentes, podemos pasar directamente a la miniserie principal de cuatro números, escrita por el “milusos” Matt Kindt y dibujada por Tomas Giorello y con algo de apoyo de Renato Guedes. La situación de los psiots es tensa, con Peter continuando su misión de activación mientras es perseguido por los H.A.R.D. Corps, y el resto de los Renegados refugiados en una cabaña.

La verdad es que para tratarse de una “Segunda Guerra Harbinger”, las actividades de los psiots es solo el conflicto de fondo porque el resto es una historia de Unity. Básicamente, lo que queda de Unity (Ninjak junto con el recién regresado a la Tierra, X-O Manowar) es reclutado para cumplir la misión de atrapar a Livewire y aprehender a los Renegados. De modo que tenemos algo más que se siente como una “Civil War” que una “Harbinger Wars 2.0”.

En esta clase de cómics, por desgracia, mantener un conflicto entre superhéroes a menudo se logra con un truco de escritura nada halagüeño: convertir a un bando en el “malo”, volviéndolo necio, intransigente y violento. Es el caso aquí con Livewire, de la cual aunque sea posible entender su enojo, cuando Defensa mandó en su cara a matar a sus jóvenes pupilos, llega a niveles de agresividad que rozan lo desagradable.

Se alinea con Livewire en esta historia Bloodshot, personaje con el cual ya compartía un pasado (en el evento de ARMOR HUNTERS), y aunque es muy bueno que se retome este punto, aquí se hace de la peor forma posible: Bloodshot es básicamente manejado como una marioneta por Livewire, controlado mentalmente y en cierto punto literalmente convertido en un demonio grotesco, para que le ayude a acabar con la vida de cientos de inocentes.

 

Lo peor es que, como se mencionaba, la historia se centra muy poco en los psiots (¿por qué manejar el título “HARBINGER Wars” cuando no hay Toyo Harada ni Harbinger a la vista), quienes tienen únicamente una participación breve en la historia (luchando contra un psiot enloquecido) y carecen de casi todo enfoque o caracterización. Por ejemplo, Kris, quien siempre se nos enfatiza es la líder de los Renegados, no propone nada en la historia y tiene a lo mucho tres líneas de diálogo en todo el evento.

Fuera de la participación de los H.A.R.D. Corps, quienes formaron parte importante de HARBINGER RENAGEDE, en el evento (hasta eso bien manejada, con Palmer siendo un líder brutal cuando se le ordena, pero también dejándose claro que solo sigue órdenes), la historia de los psiots no avanza tanto. Especialmente, no se retoma (ni siquiera se menciona) la subtrama de Alfa, que presagiaba algo grande en el número final (#0, sigh, Valiant y sus numeraciones) de HARBINGER RENEGADE.

Además de eso, tenemos inconsistencias graves. Por ejemplo, Peter, un personaje prácticamente omnipotente que ha viajado al espacio y vivido en él durante meses, huyendo a pie y siendo perseguido “peligrosamente” por los H.A.R.D. Corps, a quienes según la lógica de otros cómics, debería poder desintegrar con un revés de la mano y sin esfuerzo.

Todo esto deja un mal sabor de boca con la historia. O cuando menos, la impresión de que este evento debió haberse titulado de una forma distinta, y ser solo un “paso intermedio” para acabar en una verdadera “segunda guerra de Harbingers” más adelante. Los Secret Weapons, por ejemplo, participan solo en el preludio de la historia y un cameo en el final, pese a aparecer estelares en las interlocking covers).

Aun así, no todo en el evento es malo. Son muchas las cosas a rescatar, entre ellas las conexiones con los números recientes de Valiant. Si la participación de los psiots no es su fuerte, sí lo es las temáticas que se ven en los demás cómics.

En Ninja-K, ya veíamos las dudas que comenzaban a plantársele a Ninjak sobre las verdaderas intenciones de sus jefes y la dudosa ética en las órdenes que recibe. Al enfrentarse al “Buró de Aclimatación”, que entre otras cosas abusó de niños huérfanos, su traición a Palmer y a la orden de matar a niños psiots es perfectamente consecuente.

Respecto a los Harbinger, tenemos una revancha entre Animalia y Palmer, retomando lo visto en HARBINGER RENEGADE. Pero ante todo, el cómic nos pone a dudar sobre qué tan bueno es para el mundo que Peter comience a activar psiots indiscriminadamente, como se ve con los personajes de Yuri y Tito, trágicamente deformados y enloquecidos tras su activación. Nuevamente el tema de la responsabilidad de los Renegados que se maneja a lo largo de todo ese cómic.

También la relación de Ninjak con Livewire (explorada, nuevamente, en las páginas de NINJA-K) aquí fructifica y está muy bien manejada. Sin mencionar que enlaza directamente no solo con la ya mencionada SECRET WEAPONS, donde Livewire es una de las protagonistas, sino con la propia serie regular de LIVEWIRE, que arranca como consecuencia de este mismo evento.

La transformación de Bloodshot, por su lado, puede tener mayor explicación en Bloodshot Salvation, serie en la que poco a poco el personaje va yendo más lejos hasta cometer actos inmorales que concluyen en matar a un hombre inocente a sangre fría y sin remordimientos.

También la actitud de Aric, quien en el reciente X-O MANOWAR aprendió a manejar su poder y los conflictos de forma más sabia, se ve reflejada aquí en su aproximación a Livewire y la guerra. De manera que quienes señalen que este evento “no tuvo relación con lo que estaba pasando en los demás cómics” sencillamente no ha estado prestando atención.

Además de eso, el evento incluye algunas apariciones especiales de otros agentes: Tama la Geomante, quien ayuda a impulsar la Love Boat de G.A.T.E. tras el “apagón” de Livewire (lo cual tiene bastante sentido). Aquí la vemos ahora interactuar con Peter (una relación nunca antes vista). Además de eso, hay un cameo de Divinity, quien se abstiene a participar en el conflicto cuando Livewire se lo pide.

Concluimos esta revisión con HARBINGER WARS: AFTERMATH, un “número de consecuencias”  más relajado y optimista, escrito por Matt Kindt e ilustrado por Adam Pollina y su colorido y muy agradable arte, y que ayuda un poco a quitar el mal sabor de boca del forzado conflicto al que nos sometieron los números anteriores.

AFTERMATH se dedica a remendar las relaciones entre los personajes de Valiant: reconcilia a X-O con Livewire, Peter hace la paz con el Agente Snowbeard, los Renegados son reubicados por Ninjak en una casa segura en Hawaii a modo de disculpa, y Ninjak y Livewire tienen una separación amigable. La excepción es Bloodshot, a quien vemos sumergirse aun más en la oscuridad, y que nos da curiosidad ver qué sigue.

Para concluir, podemos decir que HARBINGER WARS 2 definitivamente fue un gran tropiezo de Valiant en branding así como en la forma de manejar la caracterización de algunos de sus personajes (Livewire y Bloodshot), y en otras decisiones creativas. Pero está lejos de ser un total desastre. Hay en este evento resoluciones, seguimientos y semillas a todo lo que ocurre y ocurrirá en el universo Valiant, y esperemos que más adelante podamos mirar hacia atrás y ver que todo tuvo sentido.

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