ValiantES 79 | 4001 A.D.

ValiantES 79 | 4001 A.D.
ESCRIBEN: Matt Kindt/varios             DIBUJAN: Clayton Crain/varios

Luego del gran éxito de RAI, “4001 A.D.” se plantea como un evento total que dará final a las aventuras del Espíritu de Nuevo Japón contra el opresor Padre. Técnicamente, podríamos decir que 4001 A.D. son los “verdaderos” números #13-16 de la serie, pues concluyen la historia, pero hay más que eso.

Mientras el tomo final (4001 A.D. #1-4) es poco más que una larga secuencia de acción donde convergen los principales actores de la serie, hay algunos números adicionales que se relacionan directa o indirectamente con la trama.
El tie-in de X-O MANOWAR (por Robert Venditti y Clayton Henry) nos muestra un vistazo al 2121, con el primer despegue de Nuevo Japón y las organizaciones del mundo enviando sus “X-O Manowars”, gigantescos mechas tripulados, a tratar de derribarlo. Destaca la aparición de Helix como adversario y nos hace preguntarnos si seguirá viva en el año 4001.

En 4001 A.D., usando al único X-O restante, Rai y su equipo ingresan a Nuevo Japón, quien empieza a cortar sectores y enviándolos a la Tierra, ante el inminente colapso de la isla voladora. El “Protocolo Komodo”, que transforma a la isla en un inmenso dragón de batalla, y su combate contra el gigantesco X-O, es sin duda un punto memorable.

La conciencia de Padre continúa viva en Rai XI, con quien será la batalla final, pero sobrepasarlo a él y sus Centinelas Dragón (drones destructivos al más puro estilo de la Ola de Aniquilación), no será tarea fácil para Rai y su equipo, conformado por su casi-hermano Lemur, y la ayuda de Gilad el Eternal Warrior.
No es hasta que la tenaz Lula y Karana, la Geomante, liberan a los disidentes de Padre (entre los que hay algunos personajes intrigantes, como los W.A.R. Corps ¿descendientes de los H.A.R.D. Corps? o alguien que parece ser el mismísimo Mech Major de “IMPERIUM”), que Rai obtiene, con el triste sacrificio de Lemur, la victoria final sobre Padre/Rai XI.

La historia termina con nuestros personajes reclamando la Tierra (como siempre, sublime el arte de Crain), un nuevo paraíso terrenal con algo de tecnología. Con algo de suerte, esto dará sentido a los eventos de la muy desconectada ETERNAL WARRIOR #5-8.

4001 A.D. es un final bastante tradicional a una historia heroica, con nuestros personajes a salvo y el bien triunfando sobre el mal, pero también abre la página a un nuevo mundo por explorar. Lo único que llama la atención es la totalmente inexplicable ausencia de Izak y Momo, personajes que, si no mal recuerdo, no vimos morir en el tomo pasado.
Complementan el tomo tres historias autocontenidas, sin relación alguna con la miniserie del mismo nombre pero que tienen en común desarrollarse ese mismo año.

La primera es “4001 A.D.: SHADOWMAN” (Jody Houser y Rafer Roberts con Robert Gill), la cual nos narra cómo hace muchos años el Lado Muerto intentó invadir la Tierra pero de esta fallida maniobra solo sobrevivió el Santuario, una porción del Lado Muerto “atrapada” dentro de la Tierra, y que convive pacíficamente con humanos.
                                                                     
Nuestra protagonista es la joven Kaia, recluta del ejército de Gethsemani, una ciudad que cada cierto tiempo debe contribuir sacrificando niños huérfanos para que el Santuario subsista. A través de un engaño, se desata la guerra entre los humanos y los habitantes del Lado Muerto, lo que obliga a despertar a una antigua Loa para detener el conflicto.
El título resulta apresurado, formulaico y caricaturesco, con caracterizaciones obvias y cambios de opinión demasiado convenientes, aunque se agradece que no se rindieran a incluir el más obvio de ellos (una fusión entre Kaia y la Loa) y tuviera una batalla final colorida y novedosa.

Si se hubieran tenido tres o cuatro números para desarrollar bien su mundo y personajes, podría haber sido un éxito, pues la idea de convivencia abierta entre humanos y espectros es inmensamente atractiva (nunca se ha visto en Valiant). Ojalá algún día se retome.

“4001 A.D.: BLOODSHOT” (Jeff Lemire con Doug Braithwaite) parece ser una secuela directa a “BOOK OF DEATH: THE FALL OF BLOODSHOT”, con la reformación (literal) de nuestro personaje en una nueva versión, luego de que los nanites de Ray Garrison fueran recuperados y tomaran el control de una máquina impresora de tejidos, dando lugar a un diseño extraño pero con impresionantes poderes.
Hasta donde entiendo, la historia de este Bloodshot del futuro se retomará más adelante en una futura serie regular, aunque como dispositivo narrativo.

Por último, “4001 A.D.: WAR MOTHER” (Fred Van Lente con Tomas Giorello) nos presenta a un nuevo personaje: la sudamericana Ana alias War Mother, habitante de la Arboleda y dedicada a recolectar tecnología de Nuevo Japón que cayó a la Tierra.
“WAR MOTHER” más que nada nos introduce a este oficio y este mundo, donde existe tecnología orgánica que imprime máquinas vegetales, y una raza de seres vegetales también. Fuera del Arboleda rondan legiones de motoristas, donde como era de esperarse la influencia de Mad Max es notoria.

WAR MOTHER recibió más adelante una miniserie del mismo nombre, con cuatro números, que ya nos tocará revisar.

En general, 4001 A.D. no podría decirse un evento, sino un cierre correcto para la serie de RAI, pero aprovechando la oportunidad para presentar más personajes que expandan este subuniverso dando lugar a nuevas historias por contar.
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