ValiantES 138 | Bloodshot: Rising Spirit #5-8
ValiantES 138 | Bloodshot: Rising Spirit #5-8
ESCRIBE: Eliot Rahal DIBUJAN: Rags Morales/varios
Luego de un tiempo, regresamos a la lectura de BLOODSHOT: RISING SPIRIT, una de las series más controversiales de Bloodshot por diferentes motivos. Esta segunda mitad ¿logra redimir la serie, o hundiéndola más en la ignominia?
BLOODSHOT: RISING SPIRIT #5 retoma inmediatamente el duelo pendiente entre Bloodshot y los H.A.R.D. Corps, siendo un número totalmente de acción que nos trae varias secuencias memorables, recordándonos lo mucho que deseábamos ver de vuelta a este escuadrón por lo vistoso y curioso de sus poderes.
Los dos números finales están cargados de acción y es donde por fin la historia parece agarrar un motivo: el Team Spirit (Amber, Chester, la doctora Strauss y el coronel Gavin Daube), preocupados por la peligrosidad de Bloodshot, viajan a la base para detenerlo. Con la mala suerte de que se le acababa de programar la memoria de un asesino psicópata y ahora realiza una masacre total en el complejo.
El final de la historia involucra al Team Spirit guiado por un herido coronel Daube, equipado con nanites experimentales, tratando de detener a un enloquecido Bloodshot para reprogramarlo, lo cual concluye en la muerte de todo el escuadrón y de Bloodshot mismo. La secuencia final involucra al viejo conocido Doctor Kuretich señalando que se incineró al primer Bloodshot y se trabajará en uno nuevo (que suponemos es el “Ray Garrison” de siempre).
Sumando, para mayor vergüenza, confusiones de principiante como los nombres de los personajes (el malévolo Gavin Corman pasa a ser “Nigel” Corman en el #6, y su primer nombre se le da ahora al coronel “Gavin” Daube). Quién sabe qué pasó ahí, pero es solo una muestra más de lo apresurado y mal llevado que estuvo este proyecto.
Definitivamente, RISING SPIRIT es una serie que en realidad no aporta nada a los mitos de Bloodshot, y pese a un par de secuencias entretenidas, en general confunde más de lo que entretiene y es más preferible no tocarla ni con un dedo ya que parece imposible de conciliar con el canon. Seguramente, de todos modos, será ignorada por completo en los siguientes volúmenes.
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