ValiantES 160 | Bloodshot (2019) #10-12

ValiantES 160 | Bloodshot (2019) #10-12

ESCRIBE: Tim Seeley         DIBUJAN: Pedro Andreo, Brett Booth

Luego de la buena conclusión de toda la primera trama de este volumen de Bloodshot, esperaba bastante de los #10 al #12, que arrancarán de manera fresca una nueva trama retomando elementos de la película de Bloodshot, y en que nuestro soldado cibernético favorito batallaría nuevamente contra su archienemigo el Proyecto Rising Spirit.

¿Qué tan bueno es este nuevo arco de historia? Hay mucho por analizar, así que ¡agárrense!

La historia arranca con Bloodshot prisionero en la casa de los Burned, y de donde es rescatado por Wilfred Wigans, el personaje que fue interpretado en la gran pantalla por Lamorne Morris, para enfrentar al resurrecto Proyecto Rising Spirit. Pronto se suma también K.T., quien al igual que en la película es uno de los proyectos sobrevivientes del PRS.

El dibujo del #10 funciona bastante bien, con una sinergia entre un Brett Booth con un entintado más ligero que le hace acompasar bien con el estilo más cartoon y energético de Andreo, dando como resultado secuencias muy disfrutables y algunas incluso memorables (cómo perderse al “Bloodshot hobo” que llega a rescatar a Wigans).

El otro gran aspecto a resaltar es la continuidad. Aunque este tomo inicia un nuevo arco y por estar inspirado en la película algunos predecíamos que esto serviría como un ‘soft reboot’, para nuestra sorpresa no solo regresa Rising Spirit pero dándole continuidad a algunas tramas de BLOODSHOT REBORN y BLOODSHOT U.S.A. (haciendo referencias y retomando argumentos directos de esta última, con el “Día de la Sangre” en que los nanites de Bloodshot infectaron a toda Norteamérica).

El otro gran personaje que regresa es Rampage, de BLOODSHOT SALVATION, lo cual fue una buena idea ya que su participación en ese cómic fue decepcionante y prácticamente patética. Aquí se aprovecha su retorno para ponerlo como villano principal, haciendo una completa explicación de lo que había pasado con él, enlazando las tramas de OMEN con la de Black Bar y transformando y evolucionando al personaje.

Hay algunas cosas que nos sacan de onda, como el regreso de Mr. Tull, el agente de PRS que supuestamente había muerto en los primeros tomos de HARBINGER, y aunque lo vimos brevemente de vuelta en HARBINGER RENEGADE, se intuía de que se trataba de una ilusión de algún telépata. Aunque a su favor, nunca se mostró en página su cadáver por lo que le damos el beneficio de la duda a su supervivencia.

Lo que sí es que su papel está radicalmente alterado: anteriormente era un detective bastante menor y mediocre, mientras que ahora es uno de los líderes de Project Rising Spirit. Mi teoría es que se le eligió para representar ese papel por su parecido físico con el Doctor Emil Harting de la película de Bloodshot y así traer cierta reminiscencia.

De modo que este cómic puede servir para atraer a nuevos lectores (gracias a los parecidos con la película) como también para introducirles algo de conocimiento sobre la continuidad del cómic de BLOODSHOT, y al mismo tiempo recuperar a viejos lectores con la recuperación de viejos elementos. Como quien dice, una situación WIN/WIN.

En fin, la historia continúa con el nuevo trío de Bloodshot, Wigans y K.T. (igualito que en la película) investigando los asuntos de Project Rising Spirit, y como el mismo cómic lo resalta, la cosa prácticamente “se vuelve un sitcom”, dando un giro total al estilo manejado en los primeros tomos del volumen… algo que personalmente agradezco ya que el estilo noventero tan testosterónico y aburrido nunca me atrapó.

En realidad, estas interacciones divertidas entre los personajes, con apoyo del dinámico dibujo de Andreo al inicio son una buena bocanada de aire fresco (aunque no ayuda a diferenciar el cómic de producciones de empresas rivales como Marvel), pero con el paso de los números la historia empieza a decepcionar.

Bloodshot, Wigans y K.T. atacan una base submarina de PRS (obviamente debía ser submarina, de lo contrario K.T. no serviría para nada) donde se enfrentan a Zealot, un miembro de Black Bar y villano menor de los tomos anteriores que ahora regresa en forma de una especie de esqueleto cibernético que quiere apoderarse del cuerpo de Bloodshot.

Por desgracia este villano termina siendo un relleno total, que es despachado fácilmente y sin consecuencias al revelarse al verdadero boss: Harmony, la nueva identidad de Rampage quien ahora “ha visto la luz” y desea unificar a Estados Unidos a través del control mental con sus nanites.

Lamentablemente el número final va en bajada, con una batalla algo alargada que se reduce a una literal batalla ideológica entre Ray y Harmony, pues hay que comentar que este cómic añade algo de comentario social/ideológico al enfrentar a un redneck prácticamente estilo MAGA, contra nuestro héroe.

Rampage acaba muriendo no sin antes dejarnos claro que “se había vuelto loco”, lo cual sigue decepcionando ya que aunque una gran mejora respecto a su anterior participación, nuevamente pudo haberse aprovechado un poco más.

Así, este cómic nuevamente cierra algo desinflado y sin darnos muchas ganas de ver lo que sigue (sobre todo si es que se mantiene la misma fórmula del trío, aunque quién sabe si encuentran manera o motivo para traer de vuelta a Wigans y sobre todo a K.T. para la siguiente aventura.

Bueno, si hay algo que sí hay que resaltar es que para el siguiente arco está anunciado el regreso de Deathmate (quien por si no recuerdan es la resurrecta geomante Kay, quien murió y regresó en forma de experimento del gobierno en BLOODSHOT REBORN/U.S.A), nuevamente haciéndonos un favor al recuperar la continuidad, y que sí que tenemos curiosidad por ver.

Así que ¡hasta entonces!

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